lunes, 2 de febrero de 2009

Lágrimas de Campeón


Roger Federer lloró.

Y cómo!

Las lágrimas no le permitieron hablar.

Había perdido en cinco sets la final del primer grand slam del año, ese que hubiera significado empardar la línea de Pete Sampras.

Las lágrimas me hicieron acordar a las de Maradona en el Mundial 90.

El mejor lloró porque perdió.

Los grandes son aquellos que sienten la camiseta.

No los que se duermen en los laureles y, con todo el dinero en el banco, pasan por las derrotas sin inmutarse.

Las lágrimas lo demuestran: Roger es el mejor.

No hay comentarios: