lunes, 24 de noviembre de 2008

Out.




Como dijera aquel recordado relator italiano cuando en el Mundial '90 Goyco le atajó el penal a Serena: Siamo fuori della copa.


Triste.


Imaginamos mucho el triunfo.


Locales. Contra España sin Nadal. Con 2 singlistas de elite.


Con todo para ganar.


Ganamos antes de tiempo.


Y perdimos en el tiempo real.


Estuvimos match point desde mucho antes del viernes.


Y estuvimos cerca de ganar desde el mismo viernes.


Cerca.


En el tie break del tercer set de Del Potro contra López.


En el tie break del dobles.


En el 2-1 de Acasuso sobre Verdasco.


Siempre cerca.


Otro año sin Davis.


A soñar de nuevo con una oportunidad parecida.


Y por favor, a armar un equipo en serio.


Donde todos tiren para el mismo lado.


Siamo fuori della copa.


Una vez más.

jueves, 20 de noviembre de 2008

La Fuerza del Ladrillo


Final de Copa Davis.

Los resultados quisieron que nuestra primera final en casa fuera contra la España de Nadal, el monstruo más grande que se ha visto sobre polvo de ladrillo.

Y entonces tuvimos que cambiar nuestro tradicional color de cancha porque la fortaleza de Argentina sobre esa superficie ya era una debilidad.

Después Nadal no vino.

Pero la cancha ya estaba elegida.

Por un lado es bueno saber que nuestro país ya no depende únicamente de jugadores ladrilleros y ahora tenemos plantel para ir a cualquier superficie.

Por el otro, es una lástima no poder descorchar champagne sobre la cancha naranja.

Por la tradición, nada más.

Por nuestra historia.

Ojalá que se repita otro año y podamos recibir a EE.UU. sobre nuestro querido polvo de ladrillo.

Si es posible, en el Buenos Aires Lawn Tennis.

Mar del Plata no es casualidad


Mucho se habló y se discutió a la hora de definir la sede de la Final de Copa Davis.

Que Córdoba, que Buenos Aires, que Mar del Plata...

Quedó Mar del Plata.

Y dejando de lado todos los intereses que se pelearon, está bien.

Porque en Mar del Plata nació el tenis de la Argentina.

En Mar del Plata se hizo tenista Guillermo Vilas.

Que no nació allí por casualidad.

Pero que vivió en el Club Náutico desde muy chico, los primero golpes contra el frontón y las interminables clases con Don Felipe Locícero.

Y aunque muchos chicos ni sepan de quién se trata y sólo sepan que hoy juegan Nalbandián y Del Potro, esta historia no hubiese sido posible sin Vilas.

Antes de él, nada.

Después de Guillermo: Clerc, Mancini, Jaite, Sabatini, Nalbandian, Del Potro, De La Peña, Gaudio, Coria, Cañas, Calleri, Chela, Acasuso, Mónaco, Zabaletta...

Después de Vilas, todos.

Vilas llegó de Mar del Plata y se subió al mundo.

No es casualidad, aunque lo parezca, que la Primera Final de Copa Davis que se juega en la Argentina sea cerca del Mar, el Casino, los alfajores Havanna, el barrio Los Troncos, Playa Grande, La Bristol y los caracoles que cambian de color para anunciar el clima.

Es la Copa del Mundo de Tenis.

Tenía que ser en la esquina de la casa de Guillermo.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

"A la Final", llegamos.


El viernes empieza el fin.

El fin de un largo y sinuoso camino.

Argentina, una vez más, en la Final de la Copa Davis.

El camino fue largo.

Creo que la tercera será la vencida.

Me acuerdo del comienzo y es bueno hacer algo de historia porque viví una gran parte, bien de cerca.

Cuando terminaba 1973, el Abierto de la República Argentina era un torneo muy respetado.

Ese año, venía asomando un rubio sueco que pegaba el revés con dos manos y se convirtió en uno de los cinco jugadores más importantes de la historia del tenis.

Nunca me gustó demasiado pero nadie puede negarlo en las enciclopedias tenísticas.

Ese año, Bjorn Borg cayó en la final contra el más grande de los nuestros: Guillermo Vilas.

Ambos estaban comenzando a introducir efectos impensados entre los, hasta allí, perfectos golpes planos de los ortodoxos y clásicos de la época.

En el 74 llegó Manuel Orantes y también se arrodilló ante Vilas.

Como en el 75 Adriano Panatta y en el 76 Jaime Fillol.

Después, ese Abierto de Sudamérica se fue quedando y la historia ya no es la misma.

Vilas le siguió pegando y vivió en 1977 su gran año coronándose en los Abiertos de Francia y Estados Unidos. Allí superando nada menos que a Jimmy Connors.

Eran épocas de gigantes.

Vilas, Borg, Connors, Nastase, Orantes, Panatta, Tanner, Gerulaitis...

Después llegaron McEnroe, Lendl, Sampras, Agassi, Federer, Nadal...

Sólo por nombrar a los enormes.

Llegamos a la Final de la Copa Davis con Clerc y Vilas.

Fuimos a EE.UU. y Argentina cayó ajustadamente ante un gran equipo liderado por John McEnroe.

El mismo que mordió el polvo de la derrota frente a Vilas en el Buenos Aires, con una de las palizas más grandes que se recuerdan entre grandes por la ensaladera de plata.

Hoy la esperanza es el equipo que forman David Nalbandian, Juan Martín Del Potro, Agustín Calleri y José Acasuso.

Estamos a un paso.

No vino Nadal, lesionado o preocupado por su físico para encarar el 2009 y defender su N°1.

No importa.

Match Point.

Ojalá el lunes pueda escribir una nueva entrada al blog para festejar.

¡Vamos Argentina!

El Uno del Diez


Hoy comienza la Etapa Diego en la Selección Argentina de Fútbol.

Si dejamos de lado los últimos 15 años privados y públicos de Maradona, nadie podrá desconocer al más grande de todos los tiempos.

Por lo menos en la Selección Argentina.

Como nadie, Diego dejó la vida en cada partido con la celeste y blanca.
Lloró porque nos silvaban el himno.
Metió como ninguno aún con el tobillo duplicado en volumen.
Creó una mística.
Ojalá que salga todo bien.

No me quiero ilusionar.

Muchas fueron las veces que confié en él.

En cada regreso, en cada gambeta, en cada camiseta.

Me hizo muy feliz como jugador.

Yo soy uno de esos 10 millones que dicen que estuvieron en el debut de Diego contra Hungría.

Pero yo estaba de verdad.

No tengo dudas como "Gran DeTé".

Tengo reparos como ser humano.

¡Vamos Argentina Todavía!